Manos
Manos seráficas retacitos de cielo,
no dejen de tocarme sino… yo muero.
Manos arrugaditas las de la abuela,
acariciando mi pecho siempre con ellas.
Manos que van bajando por mi cintura,
no dejen de abrazarme son… mi locura.
Manos firmes y grandes las de mi amado,
ojalá las conserve siempre a mi lado.
Manos que estrecha fuerte junto a la mía,
las del amigo ¡que nunca yo perdería!
Manos siempre extendidas y dando aliento,
no sólo en alegrías, sino en tormentos.
Manos las más hermosas sin duda alguna,
que como alas de un ángel siempre tan tiernas.
Blandamente las abre dándome estrellas,
manos las de mi madre; santas y bellas.
Yanni Tugores
07/2011
Yanni Mara Tugores Tajada: escritora, poeta, promotora cultural.
yannimara57@hotmail.com
La Paz - Canelones -Uruguay