Poesia Performatica en "Tamudando" de Luis Bravo por Lucia Delbene

Poesia Performatica en "Tamudando" de Luis Bravo por Lucia Delbene

"Tamudando" de Luis Bravo: Poesía performática para el siglo XXI

Por Lucía Delbene. Montevideo, Uruguay. Egresada del Instituto de Profesores Artigas (IPA) 2002. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona 2006. Ha publicado un libro de poesía “Garza en Garza” (Botella al Mar, 2009) y artículos en revistas digitales. Actualmente se desempeña como docente de secundaria, investiga y escribe ficción y ensayo.

Este ensayo toma como objeto de estudio la performance “Tamudando” realizada por Luis Bravo (1957, poeta y performer, ensayista y docente uruguayo). Su puesta en escena se realizó en la sala Zavala Muniz (Teatro Solís de Montevideo, noviembre 2009), habiendo sido coeditada en Dvd por Ayuí/Yaugurú (Montevideo, 2010). En primer lugar, desarrollaremos el concepto de performance como expresión artística que surge en la década del 70, período de la postvanguardia, cuya principal característica consiste en la ruptura de fronteras entre las distintas disciplinas de las artes. A continuación ponemos en perspectiva la trayectoria del autor, perteneciente a la generación poética del 80 en Uruguay. Por último, un análisis de Tamudando como performance en su conjunto y de algunas de sus piezas en particular.

Algo que hemos podido observar en el transcurso de esta primera década del siglo es la condensación de algunos aspectos y la configuración de otros, del nuevo paradigma histórico-cultural conocido como postmodernidad. Uno de los acercamientos teóricos más constantes en la descripción del panorama finisecular ha sido el de la explosión de los grandes metarrelatos que funcionaron como las matrices de la razón occidental en la edad moderna, erigidas por el humanismo y puestas en funcionamiento por la Ilustración (Lyotard 4-5). En principio, esta mutación en la episteme occidental provocó la eclosión del basamento donde se fundamentaba el gran edificio moderno, produciendo un estado que se nominó como el fin, ya sea de la historia y del arte, como del sujeto autónomo.1 Tras el derrumbe de las matrices que generaron la cosmovisión moderna, surgió un abismo en donde flotaron los fragmentos de la eclosión en dispersión centrífuga, acechados constantemente por un horror vacui que los agrupó en recombinaciones aleatorias, fortuitas y hasta monstruosas, como el encuentro entre un paraguas y una máquina de coser sobre una mesa de disecciones. Llegó entonces el momento del collage y del bricolaje, del pastiche y del simulacro, del kitsch y del camp, en una interpretación del mundo que parecía demoler las categorías, hibridar lo heterogéneo y saltar sobre todos los esquemas fundamentados en una estética de la razón universal (Fajardo 103-114). Los nuevos parámetros de la belleza se formularon sobre los trazos discontinuos de una imagen del hombre en donde se había roto el lazo fundamental entre signo y mundo, y en donde proliferaba el gesto esquizoide y tragicómico de la forma divorciada de su sentido.2 Rota la matriz de donde la modelación extraía su pulsión semántica, las formas liberadas de cualquier gravidez diacrónica se mostraron a sí mismas como productoras de nuevos esquemas de significación. Si en la edad moderna el movimiento del signo se configuraba siempre desde el sentido hacia la forma, el postmodernismo se muestra capaz de recorrer el movimiento inverso. Seguir leyendo Aqui

Contacto electrónico: falena7@hotmail.com

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Published by the Center for Latin American Studies with the support of the Department of Spanish and Portuguese at The Ohio State University.