Te canto y te cantaré
para rendirme a tus pies.
Porque sabes lo que sé
y quiero cantar, golpeando,
mis palmas, cuando, cantando,
de coplas te llenaré.
Fuimos y somos felices
alegres hemos vivido
y cantando nos decimos,
muchas cosas a la vez.
Porque sabes lo que sé;
las coplas que te canté
para los cincuenta años;
y las seguiré cantando,
para rendirme a tus pies.
Y te canto y cantaré;
hasta que el cielo me llame
y para darte mi adiós
he de cantarte primero
¡Ay coplas cómo las quiero!
¡Coplas cantadas de dentro!
No sufras cuando no esté.
Recuerda cada momento.
Si no escuchas el acento
de mi canto y te entristece
espérame que allá iré
para unirnos otra vez
cantando coplas al viento.
Mireya Cabrera Alonso