Donde nadie cantó
Dónde nadie cantó se oye su canto…
dónde el astro se bebe la gota de licor
que no bebió la arena
dónde el sol no da tregua…
donde mueren millares de espejismos
sigue no se detiene…
Amazona de leones invisibles
avanza por encima de su sombra
trabada por los pliegues de su falda
avanza por encima de su llanto
tras la cruz de su burka
avanza por encima de su canto.
La tormenta de arena de los siglos silba
- sobre un médano alto -
espolvorea la esfinge en torbellino
pone furia de viento en su garganta
arrebata la venda de sus ojos
afloja la venda de sus labios
cae rodando la voz
se desliza de la duna a la aldea
golpea en los poblados
arremete en ciudades
arde en podios
en el hogar se prueba
se atempera en la nana y el hornillo
donde amasa el relevo de su canto.
Sopla un viento caliente en el desierto
una voz de mujer pasa cantando.
D.P
Sin prisa
Lavo la ropa
con mis manos
lavo la ropa
Medito en el sudor
que se deslíe
en el agua que corre
y se lleva mis prisas
En la ropa manchada
que se ensanchó en mi cuerpo
y el agua vuelve nueva
con el frescor del aire
a mi medida
Así, como mis manos
mi lengua lame heridas
sinsabores y culpas
-no siempre mías-
Con saliva dulce de palabra
construye un mundo
a la medida
Cómo quisiera
lavar tu rostro de mujer
sin prisa
sin burka- parapeto
de los ojos
Cómo quisiera verte
cara al sol
cambiar tu biografía.
D.P
Relámpago
Cae la tarde…
El viento desordena cabellos
de la lluvia
lagrimean cristales en mi cuarto
espío tu silueta cubierta con paraguas
te detiene el semáforo
espías tu reloj…
Era a las cinco/ pasan las cinco y cuarto
Avanzas/ te me esfumas/ imagino tu paso.
En el espejo ordeno mi cabello…
avivo el fuego imagino tu abrazo
dispongo la tetera
el panecillo dulce
el sorbo amargo
sueño tu beso / aflojo mi corpiño
humedezco mis labios
El tiempo se me escurre
el tiempo es un relámpago
Nadie tocó mi puerta
En la mesa se enfrían
tristes tazas de té
Tu adiós
siguió de largo.
D.P
Punto de fuga
Hay un punto de fuga
en mi casa
las paredes las mesas las ventanas
se alejan
yo en el centro
consternada
las veo huir
tan vacías
tan lánguidas
Yo en el núcleo
me aferro a las partículas
que se alejan
flotan
nadan
Yo las veo
marchándose
dejándome
en el centro
de mi casa
consternada
abandonada
nada.
Delma Perdomo
Delma Perdomo Deniz - Docente, Lic. C. de la Comunicación y Coordinadora de Talleres Literarios.