Herrera y Reisig - La voz y los cánones poéticos de Julio Herrera y Reissig por Nicasio PERERA SAN MARTÍN
Heredero y, en cierta medida, epígono del romanticismo, en su vida y en sus versos primeros, Julio Herrera y Reissig cumple todas las etapas de influencia del Parnaso, del Decadentismo, del Simbolismo, y culmina su trayectoria poética en los umbrales de la aventura estética de las vanguardias, sin haber adoptado nunca, sin embargo, la mayor conquista – según ciertos críticos – del Simbolismo: el verso libre.
Muy por el contrario, la poesía de Julio Herrera y Reissig se caracteriza por un trabajo ceñido de la forma, en un respeto estricto de rimas y metros canónicos, a los cuales el poeta no vacila en agregar nuevas exigencias formales, cuando se ha visto constreñido a utilizar las tradicionales y consagradas licencias poéticas.
Julio Herrera y Reissig nació el 9 de enero de 1875, en Montevideo, en el seno de una familia rica –su padre era propietario de un banco – y poderosa – su tío Julio, por ejemplo, uno de los políticos más influyentes de la época, fue Presidente de la República (1890-94). Luego de una infancia opulenta, conoció una adolescencia modesta, abandonando sus estudios y comenzando a trabajar a los quince años. Pero ya desde los cinco, su vida estaba signada por la amenaza de la muerte: una afección cardíaca congénita que provocará crisis cada vez más graves y dolorosas, hasta su muerte, en 1910, a poco de cumplidos los treinta y cinco años, a menos de dos años de su casamiento, y unos meses antes de la aparición del único volumen de poesía que él mismo preparara. Leer mas AQUI